Barranco de Artazul

BARRANCO ARTAZUL
Se trata de una joya escondida del País Vasco muy cercano al nacimiento de Arteta, situado entre los pueblos de Aizpun y Ultzurrun.
Hemos aprovechado las lluvias de esta primavera para acercarnos el pasado sábado 17 de Junio y hacer esta maravilla de barranco normalmente seco en estas fechas. Se trata de un barranco calizo, que acusa notablemente el estiaje, por lo que habrá que aprovechar la primavera o las tormentas para poder disfrutar al máximo de este descenso. Siempre con mucha precaución a las rápidas crecidas súbitas, que se producen en él, durante las tormentas, por eso será fundamental escoger el momento adecuado buscando el equilibrio entre diversión y seguridad.
En cuanto a su logística, es importante decir que lo ideal es hacerla con dos coches, ya que, de este modo, la aproximación y el retorno serán prácticamente inmediatos. Dejaremos un coche en el nacimiento de Arteta, donde terminaremos el barranco y subiremos con el otro al pueblo de Aizpun, el cual cruzaremos y en apenas 500 mts encontraremos un pequeño aparcamiento a la derecha donde lo dejaremos, desde aquí veremos de forma muy evidente como el inicio de la depresión del comienzo del descenso, por donde rápidamente llegaremos a la primera cabecera. En cambio, si solo disponemos de un coche, lo dejaremos en el nacimiento de Arteta, donde termina nuestro descenso y tendremos unos 50´de aproximación a pie hasta el inicio del mismo. Esta aproximación la realizaremos acercándonos al final del descenso donde se une con el final del barranco Lizebar y desde aquí pasar por debajo de la cascada y remontar una dura canal por la izquierda orográfica con alguna cuerda fija que nos ayudara a remontar la fuerte pendiente, hasta conectar con una senda mejor marcada que nos llevara hasta el inicio de nuestro descenso.
Como curiosidad, decir que su vecino el barranco Lizebar es una buena opción para combinarlo si tenemos fuerzas y tiempo suficiente. El barranco Artazul siempre suele llevar un poquito más de agua, lo que habrá que tener en cuenta para no llevarnos ninguna sorpresa.
En cuanto al descenso propiamente dicho, nos podrá llevar unas dos horas y media aproximadamente, siendo muy estético y completo, ya que lo empezamos con un rapel precioso de 32 mts y lo terminamos con un volado de 45 mts espectacular. Tras el primer rapel hay un tiempo muerto en el progresaremos por fuera del cauce, pero una vez que el barranco comience a encajonarse, gana en continuidad y deportividad, de tal manera que no nos dará tregua a través de una sucesión de toboganes, saltos y rápeles que harán las delicias de los barranquistas. En resumen, una joya que puedes dejar de conocer.